viernes, 25 de enero de 2019

Mata de los Indios


Es un poblado de Villa Mella en donde está la sede de Los Congos de Villa Mella de la Cofradía del Espíritu Santo… o están los restos de lo que fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Estoy seguro de que este lugar tuvo su esplendor; pero murieron los fundadores y… las ayudas culturales y el interés por los ritos ancestrales (que vienen desde las raíces africanas de los vecinos de Mata de los indios) no son una especialidad del gobierno dominicano; y quién te ha visto y quién te ve.

Es el paraíso... pero en el paraíso entra el agua en las casas cuando llueve, se cogen enfermedades por las moscas, los mosquitos (por el dengue, sobre todo), por el agua, por la humedad y no hay luz eléctrica más de la mitad del día o de la noche, ni tienen sanitarios suficientes, ni casi agua corriente. Hay gente que enferma y que muere, sí, sí, pero no tanta, que al fin y al cabo todos nos moriremos alguna vez. Y sí parece el Paraíso.

Los niños juegan, saltan, se pelean y gritan. Los mayores hablan y ríen y suelen ser bastante solidarios con las comidas. Y viven y aman más que pelean. Las sombras van hacia el Oeste (las miramos y apuntan, ellas; no miran). Todavía es temprano en la mañana. Sí. Es el paraíso. O a veces lo parece.


Y mientras tanto, el gobierno de su país glorifica sus hazañas con la economía que erradica a la pobreza. Aquí mismo, en Villa Mella (Mata de los indios) han puesto una bomba que llevará agua a todos los caños de los poblados de los alrededores. Pasan los días, los meses. La bomba no funciona. No hay agua. Menos mal que hay motocarros que la venden embotellada. Dos veces, va un técnico blanco y dicharachero en un automóvil moderno para ver lo que pasa... se va. Se quedan sin agua, pero el presupuesto de gastos se cumple.


¡GRAN ACONTECIMIENTO! Se presentan unos señores del Ayuntamiento. Es época de elecciones. Reúnen a las fuerzas vivas de Mata de los indios en el gran cobertizo central y dicen que el magnánimo Ayuntamiento ha decidido dar un millón de pesos para hacer, dentro del poblado, una carretera o un asfaltado para que la gente pueda andar cuando llueve (que es casi todo el año) sin caerse. Les dan un plazo de construcción, les dicen que pueden ir a constatar la concesión del dinero en el ayuntamiento y dicen que tendrán que guardar cola y esperar su turno porque van paso a paso y han de hacer mejoras en otros poblados. Pero les llegará el turno... Pasan los meses. ¡No sean impacientes! Siguen pasando. Nuevos informes... ¿Qué carretera? No hay dinero. ¡Cállense ustedes! No puede ser. Otra vez será.

Casa de campo de la vicepresidenta del país, la esposa de quien fue presidente Lionel Fernández. Tiene agua, tiene luz todos los días a todas horas. Limita con Mata de los indios que se extiende hacia Santo Domingo. Unos poblados con casas de madera podrida (algunas) y chabolas que, parece ser, son la nada en un mapa del futuro. Sin agua, sin luz, con caminos embarrados y rutas difíciles. Pero el lugar es bello. Casi un bosque con un paisaje idílico (que los lugareños no deben de apreciar sumidos en sus problemas de subsistencia). Y se me ocurre una idea. ¿Si se echa a los habitantes de Mata de los indios, con algunas promesas, se podría extender por ese territorio abandonado de ahora alguna urbanización de super lujo que linde con la casa de verano del expresidente y de la vicepresidenta?


-Santo Domingo, -dirán las voces de muchísimos ciudadanos- ¡quién te ha visto y quién te ve!


A eso le llamamos modernidad. Y los precios de esas tierras se revalorizarán hasta el infinito. ¿No se le habrá ocurrido ya a algún político?

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